Violación: El Infame Anteproyecto

En medio de la polémica causada por el infame anteproyecto para reformar el crimen de violación, la comisión que elaboró el proyecto de reforma ha salido a defender —armada de argumentos legales supuestamente basados en una realidad que nunca han estudiado— las dos propuestas que han causado la mayor resistencia: 1) bajar la edad para consentir a actividades sexuales, de los 14 a los 12 años, y 2) calificar la violación «con violencia» y «con abuso» dependiendo de si existen o no lesiones visibles que se puedan constatar. La «violación con violencia» tendría penas de 5 a 10 años de cárcel (las mismas penas que existen hoy para el delito de violación a secas) y la «violación con abuso» sólo sería castigada con 3 a 5 años de presidio efectivo.

Para determinar si una ley es justa, primero hay que juzgar críticamente el status quo y las relaciones de poder que rigen la sociedad. En países como Chile, donde la violencia de género es endémica, las leyes que existen no son solo deficientes en comparación con otros países de la OECD sino que su aplicación es discriminatoria.

Aunque Chile suscribe a los convenios internacionales, estos no han sido capaces de lograr mejoras substantivas en esta materia ya que estos convenios no han sido pensados para revertir un problema gravísimo de injusticia a nivel mundial, sino que para bajar gradualmente la violencia de género (además no existir el poder para obligar a los países a cumplirlos). La mayoría son letra muerta ya que todo al final se resume a la aplicación de la ley. La norma escrita, la formalidad del derecho, es simplemente una máscara de dominación si no se aplica en la manera debida. En el caso de la violación, el status quo es de una injusticia tremenda, de casi total impunidad. Un porcentaje muy menor de violaciones son reportadas a la policía, y de los casos que se juzgan, las penas tienden a ser bajas. Esto significa que el sistema de opresión bajo el que viven las mujeres en Chile se sigue reproduciendo, violentamente, diariamente.

Sabemos muy bien la cantidad abismal de abuso de menores que existe en Chile. Vivimos en una sociedad en se violan y matan niños con una periodicidad espeluznante, en que la mayoría de las mujeres ha sufrido algún tipo de abuso sexual antes de los 18 años, y en que el estado y su justicia han sido cómplices de esta violencia de género, haciendo los procesos judiciales difíciles y vejatorios, e impartiendo penas insuficientes. No hay justicia en materia de abusos sexuales en Chile. En esta realidad, proponer bajar la edad de consentimiento a los 12 años es una barbarie!

Hoy, ante la ley, los menores de 14 años no tienen sexo con consentimiento, por lo que penetración es equivalente a violación de menores, lo que es castigado con penas de 5 a 20 años de carcel. Bajar la edad a los 12 años implica que habría que probar que el sexo fue sin consentimiento, lo que es empeorar la situación actual. Hoy por lo menos si te violan a los 12 o 13 años puedes tener una mínima posibilidad de obtener justicia parcial. Con el anteproyecto, estos niños tendrían que probar que fueron violados y las penas para sus violadores sería menores. Por lo tanto, desde el punto de vista de la edad de consentimiento, el anteproyecto sería un gran retroceso ya que pondría a todos los niños de 12 y 13 años en más riesgo porque habría menos probabilidad de obtener convicción si se puede probar que había una relación consentida.

Con el tema de cualificar el delito de violación «con violencia” y “con abuso” también se crea una injusticia, ya que la arbitrariedad inherente en la adjudicación en una sociedad machista como la nuestra, tendería a condonar la violencia de género y aplicar la menor pena a los violadores, alegando pruebas insuficientes. Si no se puede probar violencia, entonces al violador sólo le darían 3 a 5 años de cárcel, luego de un juicio vejatorio. La pena no tiene ninguna proporción con el daño causado: el trauma que la persona violada tiene que cargar es para toda la vida.

Esta tipificación no solo es un retroceso en cuanto a la mayor arbitrariedad en la adjudicación, sino que no hace ningún sentido: no existe violación sin violencia y sin abuso. Esto no resiste analysis. La violación no es como el robo, con intimidación o con violencia, sino como el homicidio. La violencia es inherente a la violación, por lo que si se tipifica la «violación con abuso»  se estaría negando la violencia que se le hace al cuerpo cuando la persona está incapacitada para defenderse. Casos internacionales como el de La Manada en España, en el que los jueces decidieron que una violación multiple no fue violación si no que un asalto sexual con menor pena porque la mujer no se defendió, es un ejemplo de la arbitrariedad en la adjudicación cuando la ley no es clara y dura. Casos como este serían comunes: si tuviste la mala suerte de que te toque un juez machista, no tendrás justicia, y tu violación, inherentemente violenta y desalmada, será solo «con abuso.» Y a tu violador le darán solo tres años. Lo más seguro es que volverá por ti, y esta vez, te mate.

Si violas a alguien que está borracha o drogada, entonces es menos grave. Es solo violación con abuso. Este es el mensaje que esta ley enviaría a una sociedad en que la violación a las mujeres es endémica. Si se deja abierto a interpretación, y los jueces de nuestra sociedad machista, adjudican de una manera machista, ¿cuántos casos de injusticia son aceptables para decidir que una ley es injusta? ¿cuántas mujeres tienen que llegar a los tribunales para ser humilladas, sin posibilidad de justicia y en peligro de muerte, para catalogar la ley como opresiva?

Si partimos de la base de un status quo extremadamente injusto, una ley justa tiene que ser muchísimo más dura y estricta en término de las penas, y tiene que errar en favor de las víctimas. Una violación tiene la capacidad de matar a una persona por dentro. Para siempre. Si de verdad queremos combatir la violencia de género, la ley tiene que aplicarse con máxima dureza; las penas debieran ser similares a las que se aplican por extinguir una vida.

Si valoramos la vida de las mujeres igual que la de los hombres, y siendo la violación una forma de violencia de género, entonces el delito debiera ser penalizado como el homicidio, con un piso alto y con posibilidad de cadena perpetua para reincidentes y violadores en serie. Si esto te parece una exageración, quizás sea porque nunca te han violado. Tres o cinco años de cárcel, que sería el mínimo en las categorías propuestas por el anteproyecto, son penas completamente desproporcionadas al daño que el crimen provoca.

Las nuevas penas que proponen son tan bajas que ni siquiera conforman con otro crimen similar, para el cual hace dos años atrás se incrementaron las penas: el «robo con violación» tiene una pena de entre 15 y 40 años de presidio efectivo. Es absurdo que se proponga que una violación sin robo sea penalizada sólo con 3 a 10 años de cárcel. ¿Cuánto más valoramos la propiedad que la vida de las mujeres? Si el «robo con violación» es es el nuevo standard, entonces el delito de violación, sin calificaciones, debiera tener una pena de por lo menos 10 años. Es impresentable que el robo con violencia tenga penas de 5 a 20 años, equivalente a la violación de menores, y la propuesta «violación con abuso» solo tenga como máximo 5 años.

El proyecto colectivo del gobierno, en el que trabajaron nueve ilustres abogados, todos hombres, sin ningún input de víctimas o estudios empíricos, propone una ley claramente más injusta que la que tenemos hoy en términos de la rebaja en la edad de consentimiento, la negación de la violencia en el acto mismo de la violación cuando la persona está incapacitada para defenderse, y la rebaja efectiva de las penas en este último caso. Aunque en otras materias pueda ser un avance, estos retrocesos son inaceptables. Este proyecto, si se aprueba, generaría nuevas injusticias, contribuyendo a profundizar la reproducción del sistema que hoy tenemos, en el que las mujeres son abusadas, golpeadas, violadas y asesinadas todos los días con impunidad.

Respuesta a Patricio Navia: ¿De Concertacionista a votar por Piñera: opción legítima?

 Por Camila Vergara

El voto es un acto por el cual los ciudadanos de un país eligen a candidatos que los representan para que desde el gobierno puedan actualizar los principios que simbolizan y satisfacer las demandas de sus electores. El voto es un acto libre, voluntario y, en cierta medida, irracional en términos económicos. Debido a que el voto de un solo individuo no cambiará el resultado de la elección y el trámite de la votación es un costo que muchos quisieran obviar, un sector de la población en edad de votar elegirá quedarse en su casa en vez de ejercer su derecho ciudadano.

 

Es por esto que en países donde el voto es voluntario, la legitimidad y competitividad del proceso eleccionario se puede medir por el grado de abstención. Entre menos gente acuda a las urnas, el Presidente elegido obtendrá un porcentaje menor del universo total y, por ende, tendrá menor legitimidad. ¿Pero qué pasa en Chile, donde casi de un tercio de los ciudadanos no está inscrito en los registros electorales, y el resto está obligado a votar? ¿Cómo podemos constatar la legitimidad y competitividad de la elección si no es por la abstención de los ciudadanos?

En su columna de hoy en La Tercera, Patricio Navia quiere convencer a los ciudadanos que se identifican con los principios de izquierda a votar por el candidato de la derecha, Sebastián Piñera, argumentando que si “un concertacionista se siente decepcionado de la incapacidad de los líderes partidistas para escuchar la voz de la gente, legítimamente puede votar para que el candidato de la Alianza sea el próximo Presidente.”

Sin embargo, el voto no es necesariamente un acto racional, a través del cual se seleccionan libremente medidas, bajo un criterio de eficiencia,  y se castiga a los que no las cumplen votando por otra coalición. Una cosa es el voto de protesta, el voto nulo o la abstención, y la otra es votar por alguien que no te representa. 

El sugerir en su columna votar por Piñera como algo legítimo de hacer para los simpatizantes de la Concertación es una invitación a la venta de principios, a legitimar a un candidato y sus partidos, sin representación real, a ser cómplices por acción (y no por omisión) de lo que Piñera hará durante su mandato. ¿Debería Codelco ser privatizada? ¿Debería la píldora del día después ser distribuida gratuitamente en consultorios? ¿Debiera legalizarse el aborto? ¿Debiera haber educación sexual en los colegios? ¿Debieran los gays y lesbianas tener los mismos derechos que los heterosexuales? ¿Debieran las Isapres discriminar por sexo, edad, o preexistencia? ¿Son la educación y salud de calidad un derecho o un commodity?

Si los concertacionistas desilusionados siguen el consejo de Navia y votan por Piñera como castigo a la Concertación, ¿cómo sabremos cuántos de esos votantes realmente son de derecha y cuántos son sólo votos de castigo, cuántos apoyan los principios morales encarnados por los partidos de la Alianza y cuántos quisieran un Chile más liberal?

Las elecciones no son un juego en el que el voto se va al mejor postor (al menos no todos votamos de esta forma), sino una vía para elegir los principios que quieres que se materialicen durante un gobierno. El voto no es una forma de cambiar de marca, como quien de un computador PC se pasa a un MAC y vice versa, dependiendo del modelo. Incluso esta decisión de cambiar de sistema operativo es una decisión con más peso que la que Navia propone. Si te cambias de un PC a un MAC, lo más probable es que sea definitivamente. ¿Significará entonces que los que voten por Piñera, en afán de protesta, adoptarán también los principios conservadores, formando una nueva mayoría de derecha en Chile? ¿Cómo sabrá el candidato de la Alianza si tiene o no un mandato para transformar el país?

Navia hace caso omiso de la opción de votar nulo, del legítimo espacio de protesta entre el voto por Frei y el voto por Piñera.  Al parecer, para él es lo mismo castigar a la coalición que comparte sus principios, pero que está tan corrupta y colapsada que ya no lo representa, que darle su voto a la coalición opuesta, que no representa sus principios. Sin embargo, es muy distinto castigar a tus cercanos no dándoles tu voto, que legitimar a tus adversarios dándoles tu apoyo explícito.

En contraste a lo que Navia postula, yo diría que es el voto nulo el que realmente representa el descontento con las prácticas de la Concertación, las que han sido fomentadas  por el sistema político que ha hecho a esta coalición hegemónica. Si los descontentos concertacionistas eligieran votar nulo en vez de darle su voto a Frei o a Piñera, al menos habría información acerca de cuántos chilenos adhieren a los principios progresistas de izquierda y están en contra de la corrupción y el sistema electoral poco participativo que la sustenta.

LA DÉCADA DEL POPULISMO

La primera década del siglo 21 estuvo marcada en el ámbito internacional por la incertidumbre e inseguridad que provocaron los atentados terroristas de 2001, la violenta respuesta de Estados Unidos y la OTAN en Medio Oriente y las estrictas, pero ineficientes, medidas de seguridad en los aeropuertos. La globalización, con la expansión de mercados, redes tecnológicas e influencias transnacionales, comenzaba así a mostrar su lado oscuro,  dejando en evidencia la erosión de la supremacía estadounidense.

Sin duda, los ataques a las Torres Gemelas por un puñado de hombres a bordo de aviones comerciales, inauguró una nueva era en la que el ideal de los mercados abiertos y la paz y estabilidad que supuestamente traerían al nuevo mundo globalizado se hizo añicos.

Esta erosión del sistema internacional imperante y la formación de un nuevo escenario también se observa al nivel del estado-nación con la aparición de populistas elegidos por mayorías nacionales sin precedentes con el mandato de destruir el sistema constitucional vigente y crear un nuevo pacto social a través de asambleas constituyentes, con toda la inestabilidad e incertidumbre que este proceso refundacional conlleva.

 

La elección de Hugo Chávez en Venezuela, un outsider de los partidos políticos tradicionales que gobernaban el país desde 1958, inauguró esta tendencia en Latinoamérica. Creando un partido político instrumental, Movimiento V República, que arrasó en las elecciones,  el fenómeno Chávez evidenció la obsolescencia del sistema de partidos políticos reinante — aquejados de verticalidad, clientelismo y autoritarismo en la toma de decisiones—como también la nueva tendencia participativa en la política.

Al igual que Venezuela, Bolivia y Ecuador refundaron sus sociedades de la mano de líderes que representaban al “pueblo”, a los sectores sociales excluidos del poder, a los que se cansaron de recibir órdenes y migajas del crecimiento económico y demandaban su incorporación real en la toma de decisiones.   

El caso de Evo Morales en Bolivia es emblemático debido a los extraordinarios niveles de exclusión del pueblo indígena y la radicalidad de su proyecto alternativo para organizar la sociedad. Aunque los pueblos originarios bolivianos conforman más del 60% de la población, desde la llegada de los españoles en el siglo 16, los sectores indígenas han sido sistemáticamente dominados, despojados de sus tierras y tratados como inmigrantes, como ciudadanos de segunda clase, en su propio reino. La llegada de la república y el gobierno de las elites criollas sólo significó una reformulación del estado colonial, el que sólo sería definitivamente destruido con la promulgación de la nueva constitución boliviana que reconoce un estado plurinacional y multicultural.

Aunque el caso chileno no es tan extremo como el boliviano, el sistema de partidos políticos, virtualmente congelado por la Constitución del 80, con su sistema electoral especialmente diseñado para mantener dos coaliciones dominantes y excluir a los partidos pequeños, está al borde del colapso. La aparición de Marco Enríquez-Ominami a.ka. el díscolo, quien obtuvo 20% de las preferencias nacionales en la primera vuelta de la elección presidencial sin el apoyo de ningún partido político tradicional significa, a mi juicio, el principio del fin del sistema político heredado de la dictadura. Hoy, tanto el candidato de la derecha, Sebastián Piñera, como el candidato de la Concertación, Eduardo Frei, están haciendo lo posible para desmarcarse de los partidos que los eligieron y los apoyan, como escribió Patricio Navia en La Tercera.

Luego de 20 años de una democracia vertical y poco participativa, en los que los “cuoteos” políticos y las designaciones “a dedo” de los candidatos de ambas coaliciones rara vez se pusieron en cuestión, los chilenos parecen estar listos para un cambio. Pero no para el cambio vacío que ofrecen Piñera y Frei, la incorporación de caras nuevas dentro de las mismas estructuras de poder.  

La prolongada transición a una democracia plena parece por fin ad portas de su término, dejando atrás los gestos tibios y compromisos políticos entre las elites gobernantes, quienes, como ilustra Fernando Paulsen en su columna en Foreign Policy en español, más de una vez han decretado el fin de la transición.

Para ponerle fin de una vez por todas a la transición, Chile debiera subirse al carro de la refundación,  a través de la elaboración de un nuevo pacto social diseñado popularmente, en el que los chilenos puedan elegir los principios básicos sobre los cuales quieren que la sociedad se organice, en el que se puedan discutir abierta y directamente los temas que hoy nos dividen.

Lamentablemente, ninguno de los candidatos, a pesar de sus desesperados esfuerzos de aparecer como outsiders, de elevarse por encima de los partidos políticos, quiere encabezar esta transformación.

Mientras que Piñera no ve nada de malo en el sistema imperante y sólo desea hacer cambios cosméticos en cuanto a la administración del poder, Frei prefiere dejar la tarea refundacional a las mismas desprestigiadas elites que dominan el Congreso. Ninguno de los dos parece cree realmente en la participación popular ya que saben que los chilenos no se sienten representados ni por los partidos y ni sus líderes, que si les dan la oportunidad de participar en la elaboración de un nuevo pacto social, lo más probable es que el reinado de las dos coaliciones  que han dominado la política por dos décadas tengan sus días contados.

Habrá que esperar entonces al siguiente ciclo de elecciones donde el deterioro del sistema político será incurable y el advenimiento de un populista, con todos los riesgos que esto implica, podría ser inevitable.

LOS 10 MAS BUSCADOS: Los culpables de la crisis financiera

Por Camila Vergara
Caras EGO, Diciembre 2009

http://www.caras.cl/politica-y-actualidad/reportajes/2009/12/los-10-mas-buscados/

Cuando todavía no se sabe si las esquirlas de la bomba financiera que acaba de estallar en Dubai nos llegarán, sí está claro que la gran recesión que comenzó en 2008 va en retirada. Y aunque las causas de esa debacle que azotó la economía mundial se establecieron hace rato, recién hoy los culpables tienen nombre y apellido, y se logró establacer cómo las negligencias de estos altos ejecutivos norteamericanos, con sus omisiones, fraudes y descaros levantaron un peligroso castillo de naipes. Estos son los diez responsables de la peor crisis desde la Gran Depresión.

alanAlan Greenspan

Nombrado por Ronald Reagan como presidente de la Reserva Federal en 1987, Greenspan ha sido calificado como uno de los principales propulsores del terremoto financiero. Luego de los ataques terroristas en 2001, este economista de la NYU decidió bajar progresivamente la tasa de interés hasta llegar al 1 por ciento anual. Aunque esta medida ayudó a EE.UU. a recuperarse de la llamada crisis de las puntocom, incentivó al endeudamiento en el área inmobiliaria; se disparó la demanda y sin regulación financiera estricta, fue gestándose la gran bola de nieve que explotó dos años después de que Greenspan dejara su cargo.

El fue un vehemente opositor de la regulación de productos financieros complejos. Después de que la burbuja financiera explotara e hiciera quebrar a múltiples compañías, el economista de 83 años admitió, a regañadientes, su grave equivocación.

williamWilliam Donaldson

Tras ser elegido por George W. Bush como presidente de la Comisión de Valores e Intercambio (SEC), William Donaldson hizo un trato con los cinco holdings de inversiones más grandes de EE.UU. (Bear Stearns, Goldman Sachs, Lehman Brothers, Merrill Lynch y Morgan Stanley), lo que llevaría a la economía del país y del mundo a la ruina. En 2004, este analista financiero de Harvard permitió que los fondos de inversión de estos grupos fueran eximidos de las normas que los obligaban a limitar la cantidad de deuda que podían adquirir de acuerdo a sus reservas, a cambio de una mayor regulación de sus filiales bancarias. Esta medida hizo que los fondos de inversión se endeudaran casi tres veces más que antes, llevándolos a una falta de liquidez cuando, al comienzo de la crisis, los inversionistas quisieron rescatar su dinero.

coxChristopher Cox

Después del pacto alcanzado entre su predecesor, William Donaldson, y los grandes bancos, llegó a la SEC en 2005 a agravar todavía más la situación. Bajo el tutelaje de este administrador y abogado de Harvard, la Comisión no cumplió con su principal tarea: proteger a los inversionistas de prácticas peligrosas y fraudes en el sistema financiero. Es decir, además de adquirir cada día más riesgo, los negocios de los hedge funds quedaron libres de toda supervisión debido a la negligencia de la SEC, institución que no logró detectar las estafas masivas. El caso más emblemático fue el de Bernie Madoff, quien robó más de 50 mil millones de dólares a sus inversionistas y fue sentenciado a 150 años de cárcel por fraude y lavado de dinero.

Henry Hank Paulson

henryHank Paulson dejó su puesto como CEO de Goldman Sachs para convertirse en flamante Secretario del Tesoro en 2006. Durante su paso por la compañía, negoció con la SEC la desrregulación de su fondo de inversiones, lo que le trajo una lluvia de ganancias. Sin embargo, cuando el mercado financiero estaba al borde del colapso —a principios de 2008—, este MBA de Harvard se transformó en el principal reparador del sistema que él mismo había ayudado a desmantelar.

Durante los seis primeros meses de la crisis, Paulson concentró todo el poder en sus manos y, armado con el billón de dólares que le otorgó el Congreso para intervenir las empresas en problemas, se embarcó en la oscura operación de rescate que benefició a los culpables del colapso, especialmente a su antigua compañía, que ganó cuatro mil millones de dólares “apostando” a favor de la debacle del mercado inmobiliario.

Aunque en un principio los medios lo apodaron Rey Henry y titulaban sus portadas con frases como ¡Paulson al rescate!, las alabanzas se convirtieron en acusaciones cuando las empresas salvadas comenzaron a pagar millonarias compensaciones a los ejecutivos que las habían llevado al borde de la quiebra. Peor aún, con la opinión pública demandando justicia, el gobierno fue incapaz de impedir el pago de bonos, ya que Paulson les había dado el dinero sin pedir nada a cambio.

franklinFranklin Raines

Como presidente y CEO de la Federación Nacional de Hipotecas (el organismo estatal que avala las hipotecas más riesgosas, comúnmente llamada Fannie Mae), Raines comenzó un plan piloto en 1999 para facilitar créditos a personas de bajos recursos, y bajó a la mitad el tradicional 20 por ciento de pie. Además de promover la igualdad de acceso al préstamo, esto provocó una mayor inversión en hipotecas más riesgosas, con lo que las acciones de Fannie Mae subieron explosivamente. Eso hizo que Raines ganara alrededor de 90 millones de dólares en salarios y bonos durante los seis años que se mantuvo en el cargo. Su reemplazante, Daniel Mudd, siguió sus pasos y triplicó la compra de hipotecas riesgosas entre 2005 y 2007, lo que culminó en la cuasiquiebra de la institución y su renacionalización por parte del gobierno.

barneyBarney Frank

Calificado como uno de los parlamentarios más poderosos de EE.UU., este diputado demócrata fue el segundo congresista norteamericano en reconocer públicamente que es gay. En 2007 fue elegido presidente de la Comisión de Servicios Financieros, por lo que tuvo un rol preponderante en el diagnóstico y respuesta a la crisis que se desataría un año más tarde.

A pesar de diversas señales en el mercado inmobiliario, Frank fue tajante en alabar la salud financiera de la Federación Nacional de Hipotecas —descartando su posible quiebra—, y en criticar al gobierno por estar más interesado en la seguridad económica del país que en el acceso igualitario a la casa propia. Sin embargo, su diagnóstico probó ser equivocado, lo que puso a este abogado de Harvard en el centro del escándalo. Su falta de fiscalización produjo que las alarmas de riesgo fueran desatendidas y que Estados Unidos entrara en una de las peores crisis desde la Gran Depresión.

doddChristopher Dodd

Este senador demócrata por el estado de Connecticut ha sido duramente cuestionado por la prensa debido a su conflicto de intereses con las compañías que fueron beneficiadas tras el rescate del gobierno, especialmente la aseguradora AIG. En su calidad de presidente de la Comisión Bancaria del Senado, negó una y otra vez que el sistema financiero estuviera en crisis, lo que demoró la discusión de leyes que podrían haber amortiguado el golpe.

Luego de que el problema fuera mundialmente reconocido, este irlandés-americano propuso que, para ayudar a las personas a pagar sus hipotecas durante la depresión, era necesario subsidiar a instituciones hipotecarias como Countrywide Financial, empresa a través de la cual él mismo habría renegociado la hipoteca de su casa, a un valor menor que el de mercado. Pero las controversias no terminan ahí. Dodd está dentro de los cinco parlamentarios que más dinero han captado para sus campañas de las empresas rescatadas por el gobierno. El abogado de 65 años habría obtenido unos 250 mil dólares en donaciones por parte de empleados de AIG, compañía que recibió unos 170 mil millones de dólares de ayuda.

James Jimmy Cayne

Es el ex CEO de Bear Stearns, el primer banco de inversiones en colapsar. En 1969 entró como corredor de bolsa y, banquero de la vieja escuela, pacientemente trabajó su camino hasta la cima, convirtiéndose en CEO en 1993. Durante los quince años que manejó la compañía, las acciones de Bear subieron de 16 a 172 dólares… Aplausos y dinero. Entre 2002 y 2006 recibió 156 millones de dólares en salarios, bonos, acciones controladoras y opciones.

Sin embargo, su estilo autoritario en la toma de decisiones y su 5.6 millones de acciones, equivalentes a 993 millones de dólares —suma que sus críticos dicen habría nublado el juicio de Cayne a la hora de vender la empresa o buscar alternativas de financiamiento— lo convirtieron, a los 74 años, en el blanco de la furia, cuando se desató la debacle financiera. Su escandalosa salida de la firma despertó la ira de sus pares y de la opinión pública. Mientras Bear Stearns sucumbía ante la falta de confianza de sus inversionistas y era comprada a una fracción de su valor por JP Morgan Chase, Cayne vendía su participación por 61 millones de dólares y se compraba dos departamentos en el Hotel Plaza por 27.4 millones para vivir sus años dorados a todo lujo.

fuldRichard 
Dick Fuld

Fue durante 14 años el CEO de Lehman Brothers, uno de los bancos de inversión líderes en el mercado de derivados de crédito. Luego del colapso de la compañía en septiembre de 2008, este exitoso banquero norteamericano de 63 años, apodado ‘el gorila’ por su personalidad combativa y sus maniobras de intimidación, fue demonizado por la prensa local, lo que lo llevó a bajar su perfil e incluso a cuidarse de salir a la calle.

Su miedo no era infundado. Mientras los norteamericanos demandaban que Dick Fuld fuera encarcelado, el indignado rostro del ejecutivo llenaba las portadas de los tabloides con calificativos de la talla de “villano”, “delincuente” y “estafador”. Luego de anunciar que el multimillonario banco estaba en bancarrota, el ejecutivo fue atacado por un desconocido mientras hacía ejercicio en un gimnasio en NY. ¿Por qué tanta rabia?: aunque la institución perdió más de siete mil millones de dólares en menos de dos meses y fue forzado a declararse en quiebra, Dick Fuld igual recibió cerca de 300 millones de dólares en compensaciones.

martinMartin Sullivan

Es el ex CEO de la aseguradora más grande del mundo, AIG —American Internacional Group—, cuyas acciones cayeron un 98 por ciento durante la crisis. Luego de casi tres años administrando la compañía, tuvo que dejar su cargo en medio de multimillonarias pérdidas. Si antes de la debacle AIG estaba avaluada en 100 mil millones de dólares, este capital se vio reducido a los pocos meses a sólo 1.4 mil millones.

A pesar de que el estado de la empresa obligó al gobierno a intervenirla, Sullivan recibió una abultada indemnización de 15 millones de dólares en efectivo, 3.7 millones en bonos y 10.9 millones en acciones controladoras. Esto, además de los 24.5 millones que ya se había embolsado como CEO. La reacción fue instantánea: mientras la opinión pública clamaba por la cabeza de Sullivan, la cadena de televisión CNBC ponía al inglés de 54 años entre los peores CEOs del año y el procurador general de Nueva York, Andrew Cuomo, comenzaba una investigación en su contra, logrando congelar 19 millones de dólares de su indemnización.

Nombrado por Ronald Reagan como presidente de la Reserva Federal en 1987, Greenspan ha sido calificado como uno de los principales propulsores del terremoto financiero. Luego de los ataques terroristas en 2001, este economista de la NYU decidió bajar progresivamente la tasa de interés hasta llegar al 1 por ciento anual. Aunque esta medida ayudó a EE.UU. a recuperarse de la llamada crisis de las puntocom, incentivó al endeudamiento en el área inmobiliaria; se disparó la demanda y sin regulación financiera estricta, fue gestándose la gran bola de nieve que explotó dos años después de que Greenspan dejara su cargo.

El fue un vehemente opositor de la regulación de productos financieros complejos. Después de que la burbuja financiera explotara e hiciera quebrar a múltiples compañías, el economista de 83 años admitió, a regañadientes, su grave equivocación.

ESCENARIOS PARA LA SEGUNDA VUELTA: la derecha al poder?

A pesar de la ilusión Concertacionista de clamar victoria a través de la suma de los votos de Eduardo Frei, Jorge Arrate y Marco Enríquez-Ominami (55,9%), quimera expresada sin tapujos en la portada de La Nación de hoy, este trasvasije de votos, al menos en lo que respecta a los electores de ME-O, está muy lejos de la realidad.

ME-O se presentó como el candidato del cambio, en contra de los partidos políticos de siempre, de los negocios de poder tras bambalinas, vistiéndose con la toga progresista de los que aspiran a convertirse en una nueva mayoría en Chile, lo que hace de sus electores un bloque amorfo –al menos desde el punto de vista de izquierdas y derechas. Mientras parte de sus electores son o han sido –como dijo Pato Navia en Twitter a pocas horas de la elección– Concertacionistas a quienes no les gusta Frei, otra fracción se ha declarado en las encuestas como cercana a la derecha progresista, la que en segunda vuelta podría votar por Piñera.

Sin embargo, no hay certeza que los casi 1.400.000 millones de chilenos que votaron por ME-O elegirán un candidato en enero. Hay una alta probabilidad de que al menos 20% de estos votos — los llamados votos de protesta en contra del sistema político imperante– pueda pasar a abultar el número de nulos y blancos, lo que iría en favor de Sebastián Piñera. 

Si podemos considerar a los votantes de Jorge Arrate (6,21%) como un voto duro de izquierda que votaría por el mal menor, con tal de que no salga Piñera, creo que habría cinco escenarios posibles para la segunda vuelta, tomando en cuenta la cantidad de nulos y blancos y las variaciones de apoyo hacia Piñera y Frei de los electores de ME-O. De éstos se desprende que sólo si más del 70% de los chilenos que votaron por ME-O decide votar por el candidato de la Concertación, Eduardo Frei podría llegar nuevamente a La Moneda, aunque por un estrecho margen de menos de 100 mil votos.

Todo apunta a que los resultados de la segunda vuelta presidencial serán muy estrechos y que, luego de más 50 años, la derecha será elegida democráticamente para gobernar el país.  Hay que esperar eso sí las estrategias de cada coalición y su capacidad para atraer los codiciados votos del díscolo.

Escenario 1:

Mismo nivel de nulos y blancos (280.930 ó 3,89% del total de votos escrutados)

Total votos válidos: 6.937.519

SP: 1ª V + 1/3 ME-O = 3.522.077                                      50,76%

EF: 1ª V + Arrate + 2/3 ME-O = 3.415.550                               49,2%

Escenario 2:

Mismo nivel de nulos y blancos  (280.930 ó 3,89% del total de votos escrutados)

Total votos válidos: 6.937.519

SP: 1ª V + 1/4 ME-O = 3.405.690                                           49,09%

EF: 1ª V + Arrate + 3/4 ME-O = 3.531.828                        50,9%

Escenario 3:

Mismo nivel de nulos y blancos  (280.930 ó 3,89% del total de votos escrutados)

Total votos válidos: 6.937.519

SP: 1ª V + 1/5 ME-O = 3.335.857                                           48,08%

EF: 1ª V + Arrate + 4/5 ME-O = 3.601.662                        51,9%

Escenario 4:

Mismo nivel de nulos y blancos + 1/5 ME-O  (560.261 ó 7,76% del total de votos

Total votos válidos: 6.658.188

SP: 1ª V + 1/5 ME-O = 3.335.857                                      50,1%

EF: 1ª V + Arrate + 3/5 ME-O = 3.322.331                            49,89%

Escenario 5:

Mismo nivel de nulos y blancos + ¼ ME-O  (630.094 ó 9,08% del total de votos escrutados)

Total votos válidos: 6.588.355

SP: 1ª V + 1/4 ME-O = 3.405.690                                      51,69%

EF: 1ª V + Arrate + 2/4 ME-O = 3.182.664                               48,3%

Respuesta a carta de Marta Lagos: ¿Quién es Marco Enríquez-Ominami?

Marta Lagos comienza su carta en contra de Marco Enríquez-Ominami haciendo burla de su nombre ya que ”difícil de pronunciar y de escribir”. Lo mismo decían de Barack Hussein Obama, pero su exótico nombre no le impidió llegar a la presidencia del país más poderoso del mundo. Cómo se nota la provincialismo de nuestros ‘líderes de opinión’!

Lagos proyecta la ‘complejidad’ del nombre del candidato a los que lo siguen, describiendo con tono desaprobador que los que lo apoyan  “están descontentos con la sociedad chilena y les echan la culpa a los políticos que le han dado estabilidad al país en los últimos 20 años, lo apoyan los que saben poco de política y basan su comportamiento en prejuicios, lo apoyan los que no les gusta la manera como funciona la democracia en Chile”.

Es cierto que Marco Enríquez-Ominami representa a los desafectados, a los que no creen en los partidos políticos tradicionales que han monopolizado la política por casi dos décadas, a los que creen que la democracia de Chile, nieta de Pinochet e hija de los acuerdos de trastienda de las dos coaliciones que se reparten el poder, debe sufrir una transformación radical para que haya una participación real de los ciudadanos. Este candidato independiente  representa a los que creen que ya es hora de un cambio generacional en el gobierno del país, a los que creen que los conservadores deben resignarse al segundo plano que les corresponde y que es hora que los verdaderos progresistas lleguen al poder.

MEO

Creo que el argumentar que los que apoyan a ME-O no saben de política y son simplemente unos “exitosos frustrados”, es subestimar la fuerza de cambio que está empezando a levantarse en Chile.

Y a la pregunta amenazadora de Lagos — “¿si acaso la frustración galopante de los chilenos no llevará a que este personaje pueda llegar a La Moneda?”– yo le diría, primero, que Marco Enríquez-Ominami no es un “personaje”, sino el representante de casi un 40% de chilenos que está dispuesto a votar por él en segunda vuelta, un político valiente que decidió dar la pelea a las maquinarias dominantes y que  quizás se convierta en el próximo Presidente de Chile.

Y en segundo lugar, le diría que la subestimación que refleja su lenguaje burlesco, el que nace de la prepotencia de las elites acostumbradas al privilegio, de las que Marta Lagos es claramente parte, hará que la Concertación sea destronada, en medio de amenazas e histerias.

Aunque quizás ME-O sea capaz de ganarle a las fuerzas políticas hegemónicas en su propio terreno, su posible victoria significa una amenaza para el sistema imperante, una amenaza de transformar Chile, en contra de las fuerzas conservadores,  en un país más democrático, donde los ciudadanos tengamos el poder real de decidir en qué tipo de sociedad queremos vivir.

El temor de Marta Lagos a la victoria de este “personaje” apoyado por los desafectados es real. La hora del progresismo está cada día más cerca.

EL NUEVO «CHICO MALO» DE CK DEBUTA EN NUEVA YORK

Por Camila Vergara, Revista CARAS Febrero 2009

El modelo y cantautor londinense Jamie Burke, ex pareja de celebridades como Kate Moss, Lindsay Lohan y Courtney Love, se roba el escenario en el Lower East Side de Manhattan.
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A quince años del lanzamiento de su primer perfume unisex, CK One, la afamada marca norteamericana de moda decidió darle un nuevo giro a su producto, contratando al modelo y rockero Jamie Burke (24) para que escribiera e interpretara la canción We Are the One, en torno a la cual giraría la nueva campaña de marketing. Inspirada en el espíritu de cambio y unidad que el nuevo Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, logró despertar entre los jóvenes, la apuesta publicitaria de Calvin Klein llama al optimismo y a la integración a través de uno de los jóvenes más cool y promisorios del momento.

Aunque Jamie Burke comenzó a cantar y tocar la guitarra desde la adolescencia, se hizo conocido como modelo de ropa interior de Calvin Klein y pasó a ser unos de los maniquíes masculinos más cotizados cuando compartió un gigantesco poster en el SoHo para Calvin Klein Jeans con la modelo danesa Lara Stone en 2007. Al mismo tiempo, Burke comenzaba a aparecer en las portadas de los tabloides al convertirse en novio de la actriz Sienna Miller (Factory Girl) y al debutar como vocalista en la banda Bloody Social en el Internacional Music Issue Concert Event organizado por el sitio MySpace y la revista Nylon. Su fama de “chico malo” y su estiloso look llevaron a la revista Teen Vogue a nombrarlo el chico más hot del año.

A días de haber cantado en la exclusiva fiesta de inauguración de Obama en Washington D.C., Jamie Burke se tomó el escenario del legendario bar Arlene’s Grocery en el Lower East Side de Nueva York. No es casualidad que Calvin Klein haya elegido este lock01cal para presentar a su nuevo rostro en la Gran Manzana. Un antiguo almacén convertido en bar en 1995, Arlene’s Grocery es el lugar donde bandas de rock y punk saltan al estrellato, como lo hizo The Strokes a principios de 2001.

Con una botella de cerveza en la mano y vestido con una chaqueta de seda roja, tipo playboy, pantalones negros apitiguados, una camisa negra con rayas blancas estilo vaquero y sus característicos pelo enmarañado hasta los hombros y aro en la nariz, el esbelto Burke entra como un vendaval al escenario a cantar su nuevo tema House of Cards. Los fans parecen hipnotizados por su presencia.  Su voz raspada y dolida hacen recordar la del desaparecido Kurt Cobain, su anguloso y enigmático rostro tieck10ne un aire al del actor norteamericano Johnny Depp y los espásticos y exagerados movimientos de su larga figura traen a la mente los del vocalista Axl Rose.

Luego de terminar su segundo tema, y como atacado por un golpe de calor, Burke se quita desesperado la chaqueta, se abre la camisa hasta la mitad del pecho y se saca el pelo de la cara. La suave melodía acústica de We Are the One es seguida por la ahumada voz del rockero británico: “alrededor del mundo hay seis billones de uno, tantos unos pero sólo un nosotros, y nosotros somos nosotros… nosotros somos uno”. Al finalizar su show, Burke, excitado y ansioso, agradece a sus amigos, y tras recibir de manera impaciente los aplausos, desaparece detrás del escenario.

A la salida del bar, el brusco término del recital, así como la voz raspada dck07e Burke, hacen sentido. A escasos metros de la fachada del local, el modelo británico fuma con avidez un cigarrillo, mientras hace planes con el bajista de la banda Mikki James. Luego de posar frente a mi cámara con su aire de rockero renegado, me mira con ojos traviesos y, frotando sus manos, sentencia: “ahora, a seguir la fiesta”. Tras tirar la colilla a la calle, toma de la mano a su actual novia, la modelo danesa May Anderson, y se pierde en la noche neoyorkina.

EL GRAN ESTAFADOR

Por Camila Vergara, Revista CARAS Enero 2009

Desde maestros del cine como Pedro Almodóvar y Steven Spielberg, pasando por fundaciones de caridad como la del Nobel de la Paz, Elie Wiesel, hasta los bancos más grandes de Europa y Japón fueron víctimas de lo que la prensa norteamericana a llamado “la estafa del siglo”.

Bernard Madoff

En medio de la crisis financiera, Bernard Madoff (70) dejó de ser el mago de las finanzas de Wall Street para convertirse en el estafador más grande de la historia cuando admitió al FBI que su fondo de inversiones estaba quebrado, que 50 mil millones de dólares se habían esfumado, y que todo había sido “sólo una gran mentira”. Inmediatamente, el exclusivo círculo de millonarios del mundo entró en pánico y los medios llenaron sus portadas con los nombres de celebridades que habrían perdido parte de sus fortunas en el fraude.

“La palabra es muy simple: codicia. La gente fue demasiado ambiciosa. Creyeron que él les podría dar mayores retornos” explicó a CNN el multimillonario norteamericano Donald Trump, quien asegura no haber perdido dinero en la estafa de Madoff. “Yo no habría invertido y algunos de mis amigos tampoco, pero obviamente muchos le entregaron todo su capital.”

Debido a que Bernard Madoff era un respetado miembro de la poderosa comunidad judía de Estados Unidos, su fondo de inversiones ⎯el cual administraba cerca de 17 mil millones de dólares, manejaba un promedio de 50 millones de acciones diarias y fue uno de los mayores creadores de mercado en Nasdaq a finales de 2008⎯ tenía acceso a los círculos más exclusivos de la elite norteamericana: empresarios, celebridades y benefactores. Bernard Madoff

La mayoría de los clientes de Madoff, más que estafados se sienten traicionados. La razón es que Bernie era un insider, un miembro, un amigo, “uno de los nuestros”. En otras palabras, Bernard Madoff era parte del exclusivo club definido por su relación con las tres efes: familia, filantropía, y finanzas. Hijo de inmigrantes judíos, nacido y criado en Queens, Madoff se movía como pez en el agua dentro del influyente círculo de banqueros neoyorquinos. No por nada era parte del directorio de varias organizaciones sin fines de lucro como la universidad judía Yeshiva, institución a la cual Madoff le “administraba” parte de sus riquezas y la cual habría perdido cerca de 120 millones de dólares debido al desfalco. “Hubo un montón de gente muy sofisticada que fue engañada. Esto pasa cuando una persona respetable decide ser inescrupuloso” explicó Harvey Pitt, uno de los investigadores del caso.

“Soy el mayor idiota que ha pisado la tierra” se lamentó el guionista de El curioso caso de Benjamin Button (2008), Eric Roth, en la ceremonia de los Globos de Oro, quien dice haber perdido los ahorros de su jubilación a manos de Madoff. El caso de Roth, quien no tenía su dinero directamente invertido en el hedge fund de Madoff, es similar al del cineasta Pedro Almodóvar, quien delegó la administración del capital de su empresa de producción, El Deseo, a Oyster Investment, un fondo de inversiones suizo que apostó parte de sus activos en el estafador norteamericano. Sin embargo, uno de los más afectados fue el empresario Arpad Busson, el prometido de la actriz Uma Thurman, quien habría perdido alrededor de 160 millones de dólares en el fraude.

A pesar de las millonarias pérdidas, ninguno de sus inversionistas fue capaz de anticipar la catástrofe. Desde su fundación, ésta era la primera vez que el Bernard Madoff Investment Security tenía problemas de liquidez. Durante más de 50 años, Madoff alimentó no sólo su ego sino que una poderosa red de contactos. Su reputación creció a tal punto que muchos inversionistas que deseaban tener acceso al gurú de las finazas se unieron a algunos de los clubes de golf de los que Bernie era miembro con el solo objetivo de tener la posibilidad de conocerlo e invertir parte o la totalidad de sus riqueza con el mago de las finanzas. “Madoff estaba rechazando a posibles clientes todo el tiempo. Él no necesitaba ser activo en caridades o eventos sociales para obtener nuevos inversionistas. La gente lo perseguía para invertir con él”, comentó Robert Ivanhoe, director de la firma de abogados Greenber Traurig, quien no pudo convencer a Madoff para que le administrara 50 millones de dólares a uno de sus clientes.

Sin embargo, la ficción llegó a su fin cuando a mediados de diciembre Madoff declaró que había perdido cerca de 50 mil millones de dólares. Aunque las primeras reacciones fueron de incredulidad y pánico, los investigadores del caso dudan que el dinero se haya simplemente esfumado y están apuntando a los numerosos bienes y lujoso estilo de vida del inversionista neoyorkino.

Los Madoff eran una familia poderosa y bien conectada. Se estima que su patrimonio empresarial y familiar supera los 20 mil millones de dólares. Dentro de los bienes que se le conocen al patriarca de los Madoff se encuentran cuatro mansiones, dos yates y dos aviones privados. Además de lujosas oficinas en Londres y Manhattan, Madoff es dueño de “La Rivera” ⎯una pequeña villa en la rivera francesa⎯, una mansión con vista al mar en el exclusivo balneario de Los Hamptons al norte de Nueva York, avaluada en más de 3 millones de dólares, una casa con cinco dormitorios, siete baños y una piscina en Palm Beach, Florida tasada en 9.4 millones de dólares, y un departamento de 7 millones de dólares en el Upper East Side de Manhattan, donde el inversionista judío se encuentra hoy bajo arresto.Propiedades de Bernard Madoff

Además, Bernie, un amante de la navegación, tenía dos yates, estratégicamente atracados, uno en la costa del mediterráneo y el segundo en alguna de las playas de Florida, listos para zarpar en cualquier momento. Su favorito es el Bull (toro), un bote de pesca profesional de más de 20 metros de largo acondicionado para recibir y servir como centro de entretenimiento flotante a familiares y amigos. Por último, Madoff también era dueño de BLM Air Charter, una empresa que tenía acciones en una compañía de jet privados.

Aunque Bernard Madoff declaró ante la corte que él era el único responsable de la estafa, el FBI está investigando a su familia y a otros fondos “alimentadores” del fraude. Según Madoff, sus dos hijos, quienes también trabajaban en la empresa, no sabían nada del fraude basado en un sistema piramidal en el que nuevos clientes posibilitaban la inyección de capitales frescos para sustentar el modelo.

“¿Cómo un solo hombre pudo manipular tanto dinero sin que la gente supiera? Yo lo encuentro difícil de creer. Él tiene dos hijos, y no sabían nada? Para mi todo esto es parte de un engaño”, sentenció Donald Trump. “El padre diciendo, ‘Mira, ustedes me entregan a la policía y yo pretendo que ustedes no saben nada’, es algo que yo encuentro imposible de creer.”

Aunque nadie está libre de sospechas, sólo Bernard Madoff, quien tuvo que poner sus propiedades como colateral para pagar los 10 millones de dólares de fianza, y su esposa Ruth, han tenido que entregar sus pasaportes a las autoridades para evitar un eventual escape. Se espera que el FBI presentará el caso en contra del inversionista neoyorkino durante la segunda semana de febrero. De ser condenado, Madoff podría ser sentenciado a una pena máxima de 20 años de cárcel y a una multa de 5 millones de dólares. Muchos dirían que para ser el estafador más grande de la historia, haber dejando en la bancarrota a miles de personas y haber vivido décadas de lujo, Bernard Madoff la sacaría demasiado barata.

SAM VILLA Y EL CICLO DE LA BELLEZA

Publicado en Revista CARAS.
Octubre 31, 2008.
Por Camila Vergara

Con casi 30 años en el mercado de la belleza, el estilista norteamericano Sam Villa se ha transformado en un gurú que viaja de país en país dando clases y asesorando a los peluqueros del mundo. En una entrevista exclusiva con Caras en Nueva York, nos cuenta su trayectoria, las nuevas tendencias en cortes y colores y el lanzamiento de su nueva empresa de herramientas ergonométricas y DVDs educacionales.sv03

“Mi teoría es la siguiente: cada 20 años, la moda vuelve. Desde el comienzo del nuevo milenio vimos cómo los peinados con volumen y rulos románticos de los 80s inundaron las páginas de moda. Ahora, son los 90s los que están volviendo a marcar tendencia: pelos cortos, en capas y con bloques de color,” sentencia Sam Villa, director de educación artística de Redken, compañía líder en productos y servicios para el cuidado del cabello con presencia en más de 50 países. “Es la vuelta del corte tipo bob, pero con un aire moderno y fresco, teniendo como referente a la fabulosa Victoria Beckham.”

Aunque el estilo “bob” ⎯de cortes geométricos y nucas a la vista⎯ tiene su precedente a principios del siglo 20 en París, en el corte “a lo garçon” (a lo chico), la variante moderna del pelo corto para las mujeres se la debemos al estilista británico Vidal Sassoon, quien consiguió romper con las melenas tradicionales a golpe de tijera a mediados de los 60s. Sassoon fue el creador de dos de los más memorables looks de aquella época, el de la actriz Mia Farrow en el film La semilla del diablo (1968 ) del director Roman Polanski, y el de la supermodelo Twiggy, quien cambió su rubia y larga cabellera por un corte de pelo andrógeno que revolucionó al mundo de la moda.

Luego de adquirir fama mundial, Sassoon comenzó a viajar alrededor del mundo enseñando sus nuevas técnicas, y fue en una de esas giras a los Estados Unidos donde un joven Sam Villa vería por primera vez al maestro inglés en el escenario, con tijera en mano, cortándole el pelo a una modelo y explicando su técnica paso a paso a los asistentes. Ese día Sam supo cuál sería su futuro.
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“Era la primera vez que iba a un hair show. Con mi padre, quien tenía una pequeña barbería en el barrio, nos sentamos en la segunda fila. Cuando Vidal Sassoon subió al escenario, la atmósfera se cargó de emoción. Durante toda la sesión, yo estaba en el borde de mi asiento, como un niño en la tienda de dulces. No podía creerlo!” Al terminar el show, Sam se dio vuelta, miró a su padre a los ojos y le dijo: “Eso es lo que yo quiero hacer. Quiero estar sobre el escenario!” Cortándole su entusiasmo en seco, su padre le respondió: “Tu no quieres hacer eso! Eso es puro ego y poca plata.”

Sin embargo, este hijo de barbero californiano decidió probarle a su padre que él podía ganarse la vida haciendo clases sobre el escenario, sin dejarse llevar por su vanidad. Luego de graduarse como peluquero del Ponce Beauty School, Sam Villa montó su propio salón en 1980, el Avant Hair Studio en San Francisco. A mediados de los 90, audicionó para el team de peluqueros de Redken, y dejó a la entonces directora artística Teri Donnelly impresionada. En su presentación, Sam utilizó su experiencia como atleta durante la universidad para desarrollar una dinámica de coaching en el escenario que reflejara su personalidad extrovertida y cercana.

Después de ser sometido a seis meses de entrenamiento en Redken, Sam Villa comenzó a trabajar sobre el escenario, asesorando a peluqueros profesionales. Pero no fue hasta que tomó clases de educación con el exitoso speaker motivacional Blair Singer que Sam se dio cuenta que su padre tenía razón en cuanto al ego como un problema. “Comprendí que el oficio no era acerca de mi, sino de mi audiencia, y que debía reemplazar el ‘yo’ por el ‘nosotros’ para lograr traspasar el conocimiento.” Al poco andar, se convirtió en el director de educación artística de la empresa y no ha parado de viajar por Norte América, Europa y Latinoamérica ⎯la semana pasada estuvo por primera vez en Santiago⎯ enseñando su método y las nuevas tendencias en cortes y colores.

El estilo educativo de este peluquero norteamericano se basa en que la comunicación crea riqueza, y que la destreza es sólo un complemento a la conexión personal entre el peluquero y el cliente. “Yo soy un convencido de que el lado asesor de la peluquería debe regresar. Durante una sesión, lo ideal sería que el 70% del tiempo hables del presente, es decir, expliques qué es lo que estás haciendo y por qué lo estás haciendo, un 15% lo dediques al pasado, a recordar lo el corte y color que se hizo la última vez, y el otro 15% lo uses para discutir el futuro, sobre qué podrías hacer en la próxima visita. Todo en menos de una hora. Uno debe entrenarse para hacer el corte en 20 minutos, para así tener tiempo suficiente para preguntas de asesoría en cuanto a peinado, productos, y futuros looks. Esta es la base del éxito y lo que yo enseño en mi clase.”
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Aunque Sam Villa vive en Nueva York en un lujoso departamento en el Midtown West de Manhattan con vista al río Hudson, su trabajo como principal consultor de diseño en Redken lo mantiene viajando alrededor del mundo el 80% del tiempo, dictando seminarios y enseñando a los otros profesionales de la peluquería los nuevos estilos, productos y formas de atención al cliente que han hecho de Redken una de las marcas líderes en el mercado. “Aunque Nueva York es el lugar donde “hay que estar” para adelantarse a las tendencias, donde se le puede tomar el pulso a la moda, yo sólo estoy entre cuatro y seis días del mes aquí. Es por esto que una vez al año me escapo al Salón Internacional de Londres, la meca de la creatividad, para inspirarme. Tomo lo que veo y lo transformo en algo simple,” explica Villa.

Además de simples, para Sam Villa los estilos de hoy deben ser flexibles y de corta producción. “El proceso debe ser rápido ya que nadie está dispuesto a pasarse cuatro horas en la peluquería”. Es por esto que el corte tipo bob está de vuelta, esta vez acompañado de bloques de color, los que Sam asegura, son más rápidos y fáciles de hacer que los clásicos visos.

Para complementar su método educativo, Sam Villa acaba de lanzar una nueva empresa, Allvus (pronunciada all-of-us en inglés, lo que significa “todos nosotros”), la que produce herramientas de peluquería ergonométricas y DVDs educacionales, de los cuales el más famoso es BOBology, el que en dos horas enseña cómo dominar el nuevo estilo. “Somos un grupo de peluqueros diseñando implementos para peluqueros. Quién sabe más que nosotros de este oficio!,” exclama Sam con voz segura.

NY: LA RUTA ALTERNATIVA

Por Camila Vergara

Los neoyorkinos saben que aunque salieran a comer todos los días del año, nunca lograrían conocer todos los restaurantes de la ciudad. Y es que todo en Nueva York todo está constantemente mutando para mantenerse en la vanguardia. Esta obsesión por la innovación hace que, en la ciudad más poblada de Estados Unidos, la competencia entre las distintas ofertas de consumo sea feroz. Nadie ni nada está a salvo. Nuevas tiendas y restaurantes abren sus puertas todos los días del año en la Gran Manzana, empujando fuera del mercado a los que no lograron consolidarse.

Al igual que con las marcas, la ciudad también comercializa sus barrios, los que se ponen de moda, para luego convertirse en clásicos o caer en desgracia. Esta nueva ruta alternativa de Nueva York refleja esta tensión entre lo nuevo y lo clásico, lo alternativo y lo elegante. Este itinerario por los imperdibles de la ciudad re-visita los clásicos, toma nota de las novedades en el ya legendario Greenwich Village, y se aventura en Williamsburg, el nuevo barrio de moda de la ciudad.

UPTOWN CAMBIA DE PIEL

Rose Center for Earth and Space
W 81 street y Central Park West
212-769-5200
http://amnh.org/
Admisión general: US$20

El Upper West Side, barrio residencial que abarca todo el lado oeste del Central Park, es el lugar que famosos como Yoko Ono, Phil Collins y Bono eligieron para vivir. Una de las atracciones en este lado de la ciudad es el Museo de Historia Natural, donde Ben Stiller filmó la película Noche en el museo (2006), y el mítico planetario Rose Center for Earth and Space, en el cual Woody Allen y Diane Keaton capearon la lluvia en la película Manhattan (1979).

Con el objetivo de atraer al público adulto joven, el planetario instauró un nuevo concepto de carrete cultural. Los últimos viernes de cada mes, la productora de eventos Flavorpill NYC organiza One Step Beyond, una de las fiestas más sicodélicas de Nueva York. A partir de las 5 de la tarde, puestos de barras y puestos de comida orgánica se abren entre los meteoritos y robots lunares para que los visitantes exploren el museo mientras la música electrónica y las luces láser le dan un ambiente futurista a las exhibiciones.
El centro de esta fiesta cultural está en el Hall del Universo, un cubo de vidrio con una plataforma en espiral donde se muestra la historia del sistema solar. Mientras el primer piso es escenario de DJs, artistas visuales y bandas en vivo, al final de la rampa, en el tercer piso, está el planetario donde se exhibe un rotativo del film con simulador virtual Passport to the Universe, el que lleva a los espectadores en un vertiginoso viaje intergaláctico que termina con caída libre en un hoyo negro. Definitivamente, la fiesta cultural más entretenida de la ciudad.

Park Avenue Spring
100 E. 63rd St.
212-644-1900
Promedio por persona: US$ 40
http://www.parkavenyc.com/spring/

El Upper East Side es el barrio de millonarios como Donald Trump y el actual alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Atravesado verticalmente por las elegantes avenidas Quinta y Madison, el lugar está dominado por boutiques y exclusivos restaurantes. Uno de los lugares clásicos para salir comer en esta zona es el Park Avenue Café, el que se transforma para imitar el paso de las estaciones del año.
Ahora que estamos en plena primavera, mesas, uniformes, cortinas, platos, iluminación y decoración en general están inspirados en un jardín inglés clásico con vegetación salvaje y materiales rústicos. El menú americano contemporáneo, a cargo del reconocido chef Craig Koketsu, también se va adaptando para crear platos ad hoc. Especialmente recomendados son los postres, preparados con frutas de la estación por el premiado chef de repostería Richard Leach.

NOVEDADES EN EL VILLAGE

Big Bag
49 E 8th St
1.212.353.3503

La mejor tienda de carteras y bolsos está en el corazón del taquillero Greenwich Village, barrio donde vive la rubia protagonista de la serie Sex and the City. Big Bag tiene una selección de 30 marcas -entre las que se cuentan la popular Swiss Army y los elegantes diseños de la italiana Laura di Maggio-, además de miles carteras, maletas, fundas de laptop, billeteras y maletines de donde elegir.
La diseñadora inglesa Orla Kiely es una de las exclusividades de Big Bag y la favorita de la actriz Meryl Streep (Las Horas, Leones por Corderos) quien hace unos meses compró aquí su colección completa de maletas. Otra cliente frecuente es la actriz Molly Ringwald (No es otra estúpida película americana), quien la última vez que estuvo en la tienda adquirió un bolso para llevar a su perro.

AC Gears
69 E. 8th Street
1.888.956.8322
http://www.audiocubes.com/

Dos maniquíes blancos, uno a cada lado de la puerta principal, dan la bienvenida al templo del diseño de sonido portátil: AC Gears. La tienda, de vitrinas transparentes y paredes de un blanco intenso, invita a los clientes a interactuar libremente con sus productos. Su especialidad son los audífonos, los que mezclan diseños vanguardistas y fashion con tecnología de punta y son traídos directamente de Japón. Se pueden encontrar desde modelos exclusivos de 400 dólares, como los nipones audio-technica hechos con madera de cerezo, hasta diseños retro de marcas masivas como Panasonic.
Aunque AC Gears abrió sus puertas en la concurrida calle 8 hace sólo seis meses, la noticia llegó rápido a los oídos del actor y fanático de la música Robin Williams (Patch Adams, Sociedad de los poetas muertos), quien compró un par de audífonos y prometió volver. Otro amante de la tecnología de sonido portátil, el director Brett Ratner (Rush Tour 3, X-Men 3), quedó tan fascinado con la tienda que gastó 1.200 dólares en 20 minutos. Por lo visto, AC Gears parece bien encaminada para consolidarse en el Village.

WILLIAMSBURG: EL NUEVO CLASICO

Ear Wax Records
218 Bedford Ave, Brooklyn
1.718.486.3771

La línea L del metro que comienza en el Meatpacking District y atraviesa horizontalmente la isla hacia el este, hace su primera parada fuera de Manhattan en Bedford Avenue, el lugar en Brooklyn donde está “todo pasando”. En el centro de Williamsburg, el barrio preferido por jóvenes universitarios que sueñan con ser estrellas y grabar discos, está Ear Wax, la tienda de música más antigua del lugar. Aunque el espacio es pequeño, las grandes ventanas que dan a la concurrida esquina de Bedford y la calle 5 llenan la tienda de luz natural y de ambiente callejero.
Luego de comprarse un departamento a pocas cuadras de la disquería, la cantante islandesa Bjork se ha vuelto una de sus clientes famosos más fieles. Ear Wax es considerada una joya por los lugareños. Su especialidad es la música indie, género que abarca desde el folk de Bob Dylan, pasando por el punk británico, hasta la música experimental de Philip Glass. Además de la exhaustiva colección de CDs y discos de vinilo nuevos y usados, la tienda siempre tiene discos de nuevas bandas locales y flyers de clubes e instalaciones de arte en el barrio.

Spoonbill and Sugartown Booksellers
220 Bedford Ave, Brooklyn
1.718.387.7322
www.spoonbillbooks.com/

Para los que como Cervantes gozan más con el camino que con la posada, la famosa librería Spoonbill and Sugartown Booksellers es una parada obligatoria en la odisea de encontrar libros únicos de gran formato sobre arte contemporáneo, arquitectura, diseño, cine y filosofía. Debido a que se especializa en títulos raros y difíciles de encontrar, cada visita a esta antigua librería es una potencial pesca milagrosa. “Nunca sabes lo que vas a encontrar”, explica Molly, quien está buscando un libro de diseño para su mesa de centro. El panorama ideal es ir un día por la tarde y hojear, sentado relajadamente en un sillón, los títulos dispuestos artísticamente en las mesas de centro, mientras el inmenso gato negro de la librería ronronea en tu falda.